Actualmente la falta de organización es uno de los principales obstáculos para llevar una correcta alimentación la mayoría de las personas llevan un ritmo de vida muy acelerado donde poder preparar sus propios alimentos parece casi imposible. Se vuelve un hábito comer lo primero que se nos pone enfrente en el trabajo, transporte público, semáforo, o puesto a lado de la oficina y desafortunadamente no siempre son las mejores opciones. Además, por los horarios de jornada laboral tan extensos, los tiempos de inactividad física son mucho mayores.
¿Qué puedo hacer sin morir en el intento?
Visualiza los tiempos de comida que harás fuera de casa al menos un día antes o el domingo planea lo de toda la semana (tomando en cuenta las 3 comidas principales y 2 colaciones)
Lleva snacks prácticos y resistentes a cambios de temperatura. Puedes llevar mix de nueces o almendras, vegetales (jícama, pepino, zanahoria), frutas (manzana, uvas, fresas) o barritas bajas en azúcar.
Lleva tu comida siempre o la mayoría de las veces. En tu comida siempre incluye algo de proteína con el fin de mantener tus niveles de glucosa estables, tener mayor saciedad y controlar tu apetito (pescado, pollo, atún en agua y salmón).
Incluye un carbohidrato que te brinde la energía suficiente para seguir trabajando (arroz, tostadas de maíz, quinoa).
Incluye siempre vegetales, gran aporte de vitaminas, minerales, fibra, agua y mucha saciedad con pocas calorías.
Si se te antoja algo dulce o de postre come una porción pequeña de fruta o gelatina sin azúcar.
Toma agua. Carga una botella o termo y llénalo en la oficina, mantenerte hidratado mejorara tu nivel de energía durante el día.
Por último, no olvides lo siguiente: Si te levantas muy temprano, prepara todo esto con anticipación, un día antes coloca tus comidas en tuppers o bolsas herméticas y colócalo en tu ponchera para poder transportarlos de tu casa al trabajo. Sólo de trata de ser organizado y tener una buena planeación. ¡Haz la prueba!
