Y ya que sabemos qué es el agua, ¿qué beneficios tengo al ingresarla a mi cuerpo?

• Permite mantener las funciones cognitivas normales. El cerebro depende en gran medida del agua para trabajar de forma más eficaz. Una adecuada hidratación aumenta la capacidad de concentración y de memoria.

• Contribuye a que los riñones funcionen bien. Algunos estudios indican que otro de los beneficios del agua es un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, de vejiga y colon. Esto se debe a que una hidratación adecuada repercute sobre el correcto funcionamiento de los riñones y del sistema inmunológico.

• Es importante para el aparato respiratorio. Ingerir agua suficiente hidrata las mucosas, garganta, bronquios y pulmones; disminuyendo la probabilidad de infecciones virales.

• Mantiene la temperatura del cuerpo. Una temperatura corporal bien regulada nos hará sentir con más energía y nos ayudará a mantener los músculos y articulaciones lubricados y a ganar resistencia en los ligamentos, lo que reduce el riesgo de sufrir calambres y esguinces.

• Ayuda al buen funcionamiento del corazón. Ayuda a regular la presión arterial y la circulación sanguínea. Según algunos estudios como el de la Universidad de Loma Linda, en California, se hizo un estudio en el que participaron 20 mil personas sanas, quienes tomaban cinco vasos diarios de agua presentaron un menor índice de problemas cardiovasculares, en comparación con los que solo tomaban dos vasos de agua diarios.

• Resuelve el mal aliento. El mal aliento es una clara señal de que el cuerpo necesita más agua. La saliva ayuda a tu boca a liberarse de bacterias y mantener la lengua hidratada. Por esto, cada vez que tengamos mal aliento, lo primero que debemos hacer es beber mucha agua. Además, la secreción de saliva es un protector natural de los dientes, por lo que tomar agua también contribuye a reducir las enfermedades dentales.

• Entre otros.

Nuestro organismo pierde agua constantemente: cuando respiramos, sudamos, orinamos y evacuamos. Mediante estas acciones el cuerpo pierde una media de entre 2 y 2, 5 litros diarios de agua. Aunque no perdemos únicamente agua: perdemos sodio, potasio, calcio, flúor y otros electrolitos.

Para determinar la cantidad de agua que necesita cada individuo se necesita valorar la edad, el sexo, la intensidad y duración de las posibles actividades físicas que se realicen. Las altas temperaturas y humedad ambiental, el peso y la tasa de sudor individual de cada persona.

Es importante que acudas con algún especialista para que pueda indicarte la cantidad que tu cuerpo necesita para lograr todos estos beneficios.

Recuerda que es esencial conocer la calidad y el origen del agua que se bebe para garantizar y mantener una hidratación sana y natural en cada momento o lugar, ya que, debe ser potable, es decir, libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la salud humana.

La hidratación es importante durante todo el año. ¡No la descuides!