El envejecimiento conlleva una pérdida de masa muscular, sin embargo, este puede verse afectado también por falta de actividad física al llevar una vida sedentaria o por enfermedades o discapacidad que limitan la actividad física. 

La palabra sarcopenia es de origen griego: ‘‘sarco’’ - músculo y ‘‘penia’’- pérdida. En 1989 Rosenberg acuñó por primera vez este término para describir la pérdida de músculo esquelético durante el envejecimiento.

Es importante hacer notar que el sistema muscular esquelético va sufriendo una lenta pero progresiva pérdida de masa muscular, y fuerza después de los 30 años. Este proceso se acentúa a partir de los 65-70 años. A partir de los 50 años la masa muscular disminuye entre 1-2% anualmente y la fuerza muscular lo hace entre 1.5-3% a partir de los 60 años. Cabe mencionar que en los varones el proceso es más progresivo y en las mujeres presenta un brusco descenso al empezar la menopausia.

 ¿Cómo sé si tengo sarcopenia?

No hay una sola prueba para determinarlo. Se realizan diferentes test de fuerza múscular y rendimiento físico. Así como pruebas de imagen como resonancia magnética nuclear, tomografía, análisis de bioimpedancia eléctrica (basculas), valoración de excreción urinaria de creatinina y antropometría. 

¿Qué puedo hacer para evitarlo o mejorar en caso de presentarlo?

El tratamiento se basa principalmente en

• Una buena alimentación cuidando de incorporar las calorías requeridas, así como las proteínas. De no cubrir los requerimientos a través de los alimentos, se puede recurrir a suplementos de proteínas y Vitamina D.

• Realizar actividad física: la actividad aeróbica como caminar, trotar, nadar o realizar bicicleta incrementan el consumo máximo de oxígeno mejorando la calidad muscular estimulando la síntesis proteica. Así mismo, para obtener una hipertrofia muscular es necesario realizar ejercicios de resistencia muscular utilizando rutinas con pesas, bandas de resistencia o inclusive con el propio cuerpo.

El no dar importancia a este proceso puede generar cansancio, debilidad, caminar más lento, dificultad para pararse de la silla, baja de peso sin justificación, fatiga y caídas teniendo como consecuencia fracturas.

      No esperes a tener una edad avanzada para mejorar tu calidad de vida. Empieza hoy a tener buenos hábitos de salud que incluyan una buena alimentación y la realización de ejercicio de manera rutinaria.

Referencias:

https://inforeuma.com/enfermedades-reumaticas/sarcopenia/

https://www.elsevier.es/es-revista-seminarios-fundacion-espanola-reumatologia-274-articulo-que-es-sarcopenia-S1577356609000128