Cuando pensamos en como nos evalúan los nutriólogos, regularmente pensamos que el peso es lo que más les importa, y la realidad es que, aunque el peso corporal nos puede arrojar varios índices que nos dan hablan de categorías de salud en general, es un valor que por si solo no nos dice mucho. Es por ello que para poder hacer una intervención más adecuada y personalizada echamos de mano de otras herramientas que nos permiten conocer la composición corporal composición corporal, y que en conjunto con la historia clínica, estudios de laboratorio, cuestionarios dietéticos y de hábitos nos permiten determinar el estado nutricional y de salud de nuestros paciente y así poder dar una orientación tratamiento más efectivo y personalizado.
Pero ahora surge la duda, ¿qué es la composición corporal y por qué debe de importarme?, bueno, aquí te lo explicamos.
Comencemos por entender que el peso corporal está constituido por varios componentes, los cuales los podemos dividir de manera sencilla:
Masa Grasa: (MG) que como su nombre, es toda la grasa (tejido adiposo) que hay en nuestro cuerpo.
Masa Libre de Grasa: (MLG), dónde están incluidos todos los componentes funcionales del organismo implicados en procesos metabólicamente activos, en los cuales se incluyen: huesos, músculos, agua extracelular, tejido nervioso y todas las demás células que no son adipocitos (tejido adiposo).
De manera particular, dentro de estos componentes, existen DOS que nos hablan del estado de salud tanto nutricional como metabólica en el que nos encontramos; éstos son el tejido adiposo el cual tiene unas células llamadas adipocitos y la masa muscular o músculo esquelético que el componente más importante de la MLG.
Anteriormente se creía que el tejido adiposo era un tejido inactivo, que solo participaba en funciones de almacenamiento de energía y función hormonal, pero hoy en día con las investigaciones sabemos que no es así, y dependiendo de la cantidad de tejido adiposo y zonas donde este localizado independientemente del peso, podemos determinar si existe un riesgo aumentando de presentar problemas como resistencia a la insulina, diabetes, hígado graso, hipertensión, enfermedades crónico degenerativas, o si existe un estado de inflamación de bajo grado, entre otras consecuencias.
Y por el otro lado, con la masa muscular podemos determinar si existe un correcto metabolismo, una alimentación adecuada para mantener niveles normales/saludables de músculo que permiten una adecuada funcionalidad del organismo.
Ahora bien, ¿en qué parámetros se ve comprometida mi salud?
Si hablamos de grasa corporal, sabemos que es diferente para hombres y mujeres, y esta es una referencia de los porcentajes que se manejan para evaluarla.
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Hombres |
Mujeres |
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Delgado |
<8 % |
<15% |
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Óptimo |
8.1-15.9 % |
15.1-20.9% |
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Ligero sobrepeso |
16%-20.9% |
21-25.9% |
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Sobrepeso |
21-24.9% |
26-31.9% |
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Obeso |
>25% |
>32% |
Otro parámetro que podemos obtener que tiene que ver con la cantidad de grasa, en este caso a nivel abdominal (circunferencia de cintura), es el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, estos son los valores de referencia:
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Sexo |
Riesgo incrementado |
Sustancialmente incrementado |
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Hombre |
≥ 94 cm |
≥ 102 cm |
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Mujer |
≥ 80 cm |
≥ 88 cm |
Como te puedes dar cuenta, tener sólo una cifra que nos hable del peso realmente no nos da mucha información, ya que, no sabemos que porcentaje es de grasa o que porcentaje es de músculo.
Y ahora te preguntarás, ¿cómo puedo saber qué porcentaje es de grasa y qué porcentaje es de músculo?, bueno, pues existen varias maneras para obtener estos valores, desde básculas de bioimpedancia, evaluación antropométrica en la cual se utilizan equipos especiales y procesos estandarizados para la toma de pliegues, medidas y los resultados se integran en fórmulas para estimar los resultados y medidas de circunferencia con peso para también estimar los resultados.
Mi invitación con esta información es a que no te quedes con la información que el peso por si sólo te brinda, o el IMC (índice de masa corporal), que solo nos dice la relación que existe entre tu peso y tu estatura nos arrojan. Acércate a un especialista y pregúntale sobre tu composición corporal, y que no evalúes tu progreso solo en ese numero en la báscula, si no en otros aspectos, como tus niveles de energía, tus procesos de digestión, tu mejora de hábitos, tu aumento en la variedad de alimentos, etc.
Referencias:
Forbes GB. Human body composition: growth, aging, nutrition, and activity. New York: Springer-Verlag; 2012.343 p.
Reyes J, Marcela. (2010). CARACTERÍSTICAS INFLAMATORIAS DE LA OBESIDAD. Revista chilena de nutrición, 37, (4), 498-504.
EWGSOP2 2019.
MND Fran Lagunes
Maestra en nutrición deportiva.
Especialista en nutrición clínica.
Nutrióloga enfocada en cambio de hábitos y estilo de vida saludable.
8 años de experiencia en consulta privada.
